
Comenzamos el 2018 con la mayor Súper Luna Llena del año, el día 1 o 2 de enero dependiendo de dónde nos encontremos en el mundo. Comenzamos también en lunes, día regido por la energía lunar. Todo está a nuestro favor para atraer la energía suficiente para cerrar por fin con aquello que no nos sirve, dejarlo atrás, y comenzar a mirar hacia adelante desde todo lo que hemos vivido.
Para aquellos a quienes les guste hacer listas, es el momento idóneo para preparar los propósitos del nuevo año 2018 y escribir aquello que hemos aprendido en el 2017 y que nos ayudará a avanzar hacia donde queramos. También podemos hacer listas para perdonar o pedir perdón, o listas de agradecimiento y manifestación de lo que queramos atraer.
Este ciclo lunar comenzó el 17 de diciembre con la luna nueva en Sagitario en conjunción con el Centro Galáctico, mientras que ahora, a mitad de este ciclo, la luna llena se encuentra a escasos grados de la estrella Sirio. Estos dos puntos son muy importantes en muchas culturas antiguas, y arquetípicamente, el Centro Galáctico se relaciona con la Gran Madre, lugar de creación del universo, mientras que Sirio se relaciona con el Hijo Espiritual. La perfecta imagen relacionada con estas fechas navideñas; el Solsticio de Invierno del 21 de diciembre y el Retorno del Sol el 25.
Cáncer es el signo del Zodiaco relacionado con la luna. La luna se encuentra en su hogar. Los temas que surgirán serán las emociones, la intuición, el hogar, el pasado, la niñez, los recuerdos, la seguridad, el cuidado de uno mismo y de los demás, el servicio, el amor incondicional y el sentirse querido, aceptado y cuidado. La luna está en el signo de la Madre, en Cáncer, y en oposición al Sol, en Capricornio, arquetipo del Padre. Esta lunación activará de nuevo todos los temas duales: luz y sombras, femenino y masculino, yin y yang, privado y público, íntimo y social, etc.
La luna nos ayuda a llevar la atención hacia atrás. Observemos nuestro pasado. Sólo podemos vivir en el presente tranquilamente si aceptamos que todo lo ocurrido nos ha traído a donde estamos ahora mismo. Es un buen momento para observar las lecciones de nuestra vida, y tomar responsabilidad sobre nuestras acciones. Sólo así podremos avanzar hacia el futuro con seguridad, y cambiar nuestro presente acorde a donde queramos ir, tomando decisiones conscientes.
Cuando no queremos mirar de frente al pasado, porque duele o porque nos enfurece, o porque no hemos perdonado, o no queremos perdonar, es cuando aquello a lo que nos aferramos, con o sin culpabilidad, vuelve a aparecer en nuestras vidas. Las lecciones jamás desaparecen hasta que las aprendemos. Hasta que se convierten en parte de nosotros. Por eso es necesario a veces encontrarse frente a frente con nuestro dolor. Verlo, comprenderlo, amarlo y aceptarlo, para poder hacerlo parte de nosotros y que nos guíe hacia adelante. Cuando de verdad estamos listos para enfrentar el pasado es cuando éste se convierte en el motor de nuestra transformación.
Esta luna ilumina aquello que debe morir, que debe quedar atrás antes de pasar a un nuevo ciclo, o que debe ser transmutado en uno mismo para formar parte de la maduración de cada uno de nosotros como individuos. Viejos paradigmas, individuales y colectivos, van a comenzar a caer para dejar paso a una manera más honesta de enfrentar la vida y sus experiencias acorde a nuestra verdad personal, en conjunción con todo el colectivo, y la Tierra y sus seres.
Las transformaciones que nacen desde la muerte de algo son aquellas que nos guían hacia un despertar emocional y espiritual más profundo. Hacia un nuevo comprender. El cielo y el infierno son ambos accesibles desde el aquí y ahora. Todo se encuentra en nuestra decisión de mirar y vivir acorde a ciertas perspectivas. Ambos son importantes. La sombra, la oscuridad, que nos da cobijo bajo el cual aprender y crecer, y la luz que nos despierta y nos guía hacia lo que tenemos que ver. Ambos aspectos son esenciales. Sin uno de ellos, nada existiría. Tenemos que ser conscientes del Todo, verlo todo, ver todas las partes, comprender que al final, incluso lo más pequeño pertenece a lo más grande y es necesario. Todo es parte de todo. Tú y tu pasado sois esenciales e importantes. Es el momento de darle la atención necesaria.
Esta luna ilumina lo oculto, lo que está más allá de lo superficial, el significado intrínseco y el comprender profundo que todo nos ha traído aquí y ahora. Debemos agradecer cada paso, cada lección, por doloroso que haya sido el proceso, siempre hay belleza y magia escondidas en cualquier rincón. Siempre hay un centro, siempre hay forma de estar en equilibrio cuando existen dos puntos contrarios. Esa es la belleza de esta existencia. El permitirnos flotar de una punta a otra, observar y llenarnos de todo, y luego volver al centro de uno mismo, al centro del Todo. Y decidir desde allí. Vivir desde allí.
Es hora de romper con las adicciones, emocionales o físicas, y dar pasos pequeños, pero firmes, hacia el cambio que queramos. Un cambio que nos lleva hacia adelante sin olvidar nunca de dónde venimos. Puede que sea una luna intensa para muchos, pero recordemos que a veces la única manera de buscar soluciones reales es a través de sentirnos incómodos e infelices en el momento presente. De esa sensación surge el hacernos las preguntas necesarias que se convierten en el trampolín hacia la aceptación y transformación de uno mismo, el verdadero cambio, la alquimia de nuestro ser, la transmutación.
Feliz Luna Llena y Feliz Año Nuevo. Que esta luna nos traiga la luz necesaria para observar nuestro pasado y transmutarlo, y que el año nuevo nos traiga un ciclo lleno de nuevas experiencias para seguir creciendo y aprendiendo en esta eterna espiral que es la vida. Gracias por formar parte de ella.