
Me sumerjo en
el silencio interno,
respirando vacío.
Vacío que me arropa,
me sustenta;
oscuridad
que mece mi alma,
y silencia mi mente.
Siento plenitud al
inhalar y exhalar,
al ritmo del latir
del corazón universal.
En el centro
de una misma.
Desde el abismo
inmortal.
Escuchando en los
susurros del presente,
todo lo que fue y será.