Hasta ¿pronto?

Foto por Maryse Kuypers

Sé que dije que haría un vídeo explicando un poco las razones que me han hecho tomar la decisión de retirarme de la enseñanza en diciembre de este año… Pero, si me conocéis, sabéis que se me da mucho mejor escribir o hablar en directo y que en realidad me pone un poco nerviosa hablarle a una máquina que no reacciona y que no puedo sentir. Así que aquí me encuentro en la comodidad que siempre me han dado las palabras escritas. Espero que os sirva a todas aquellas personas que, como yo, ¡quieren saberlo todo! Os entiendo.

En 2012, hace 10 años, hice una gran transición de vida y de carrera también. Algunos sabréis que me formé como historiadora del arte y como gestora de organizaciones artísticas y culturales, me movía por los mundos de las ONGs, las bibliotecas, y muchas noches, las barras de bar. Estudiaba, trabajaba, bebía, salía, lo pasaba bien pensando que el mundo me abriría sus puertas de par en par sin casi esfuerzo, y, como siempre fui un poco empollona y siempre sacaba buenas notas, pensé que eso sería suficiente para encontrar el trabajo perfecto, la vida perfecta; todo lo que me encantaba planear se iba a cumplir. Por otro lado, en la sombra e intimidad que me daba el silencio de mi habitación, devoraba libros, leía y escribía desde el anhelo profundo de intuir, aunque en ese momento no lo sabía, que el mundo material nunca llenaría un vacío existencial que marcaría los pasos de mi corazón. No quería verlo. No quería hacerme caso, ni escucharme. Sólo quería conseguir lo que yo creía que me haría sentirme completa. Huir de esa sensación tan incómoda de ¡no saber! ¡No entender! Pero en 2012 no pude aguantarme ya a mí misma, no pude ocultar ya el abismo al que rápidamente me iba encaminando, y compré un billete de avión sólo de ida, lejos del hogar dónde había forjado mi vida imaginaria, irreal y dije… hasta ¿pronto? No sabía por cuánto tiempo, sólo sabía que tenía que salir de “allí”. Huir de mí misma fue imposible claro…

Han pasado 10 años desde ese momento y en esta década he aprendido a escucharme, a mirar de frente mi verdad, a honrar mi sombra, a abrazar mis anhelos profundos, y en ese tránsito aprendí a aceptar mi lugar en el no-lugar que me da una vida nómada… Me he dedicado por completo a enseñar y estudiar (buceo, filosofía, arte, idiomas, Yoga, Tantra, Ayurveda, astrología Védica…) dando saltos entre Asia, África y Europa.

Y ahora, en 2022… reconozco este rugir de nuevo en mis venas, en mis células, en la llamada del alma. Reconozco el grito del cambio que viene, quiera o no, y esta vez, cierro los ojos y abro el corazón de par en par a aceptar lo desconocido… No tengo miedo de dar el salto a un vacío y a un abismo profundo, porque tengo la gran suerte de haber cultivado la fe y la devoción en saber que es en la incomodidad dónde yo personalmente más crezco.

¿Porqué me retiro de la enseñanza? Porque sé que me lo pide el alma por algo que no comprende mi mente. Confío tanto en este sentir, en este anhelo, que ni yo misma necesito realmente una explicación “racional” a esta necesidad mía de cambio, cambio de país, lugar, trabajo, carrera, lo que haga falta…. porque hay algo que nunca cambia y es eterno, y ese ha sido mi gran aprendizaje. Y es que mi alma siempre sabe el camino y el momento correcto, sólo tengo que parar y escuchar, y lo más difícil, ¡hacerle caso!

Así que aquí estoy, en la vulnerabilidad de dejar atrás lo que he creído que era mi pasión y mi llamada, mi propósito, durante tantos años. Llevo más de 20 años estudiándome y recordándome a mí misma a través de todas estas filosofías que tanto amo, y es hora de volver hacia adentro y no compartir tanto hacia afuera las enseñanzas. Así lo siento. Así lo haré, en integridad y respeto por lo que ellas ¡me han enseñado a mí! ¿Cómo ignorar lo que he aprendido? Sería ir en contra de todo lo que he intentado transmitir a mis alumnos y clientes todo este tiempo. Y con mis acciones, con mi propia vida, quiero y necesito ser ejemplo de lo que creo que es la integridad con la Verdad de una misma.

¡Salto al vacío! Espero que me acompañes allá dónde me lleve el viento…. (para los que sabéis un poco más, ¡ese viento puede que acabe siendo más literal de lo que creéis!).

Gracias infinitas por todo el apoyo siempre. Gracias vida por estos tránsitos, ¡no sé quién sería sin tanto cambio!

Podéis seguir reservando clases, sesiones y lecturas conmigo en septiembre, octubre y noviembre 2022. Gracias siempre por estar aquí. Os abrazo. Om Shanti.