Fluyendo siempre

Me encanta hacer formas con mi cuerpo, jugar con el equilibrio, la respiración, el vaivén del momento que nunca se detiene.

Vivimos la vida entre lo que imaginamos que será y entre lo que recordamos que fue; y mientras tanto ella sigue gota a gota llenando ese vacío del que tanto huimos.

Allí, en el instante mismo, viviendo, bebiendo la vida, es donde me gusta estar.

Y si no puedo hacerlo estando de pie porque mi mente salta de un lugar a otro intentando controlar un universo casi imaginado, debo ponerme a veces boca abajo sobre las manos para recordar que si no estoy presente, me caeré…

Fluyendo siempre.